Tendencias en Wayfinding para 2026: hacia espacios más empáticos y accesibles
Los grandes espacios suelen provocar sobrecarga espacial.
En entornos como hospitales, aeropuertos o grandes equipamientos públicos, donde los procesos son más exigentes y los usuarios más diversos, esta sensación se intensifica. Este escenario impulsa nuevas formas de entender la orientación y la experiencia. Por eso, más que modas, las tendencias en wayfinding representan oportunidades reales para mejorar la eficiencia, la seguridad y la experiencia.
En Signes lo vemos a diario. Los espacios ya no solo necesitan señalización eficaz; necesitan claridad, innovación, coherencia y empatía. Y estos cuatro conceptos definirán las tendencias que marcarán el 2026.
1. Tecnología que mejora la comprensión del espacio.
La tecnología ha dejado de ser un añadido. Ahora forma parte natural del recorrido.
En hospitales, aeropuertos y otros grandes edificios públicos, la tecnología Mobile Wayfinding se convierte en una herramienta clave para reducir estrés y mejorar la experiencia. Un usuario que recibe indicaciones claras en su móvil y adaptadas a su ubicación real dentro del edificio, recorre el espacio con menos fricción cognitiva y más confianza.

Pero la tecnología no solo se limita a guiar mediante la pantalla del móvil.
También implica experiencias inmersivas que dan identidad y singularidad al lugar. Paneles luminosos, texturas y nuevos materiales dan sentido al relato de las empresas.
Un ejemplo de recorrido sensorial es el de Fábrica Moritz Barcelona.
En este emblemático espacio, diseñado por el reconocido arquitecto Jean Nouvel, incorporamos paneles luminosos con texturas de cerveza en movimiento. No son simplemente elementos decorativos: son un gesto de orientación emocional. Cuando la persona avanza por la fábrica, estas superficies iluminadas le acompañan, le preparan para la experiencia y le conectan con la narrativa del lugar.
2. Wayfinding emocional: reducir estrés donde más se necesita
En espacios con alto nivel de estrés como hospitales, aeropuertos y edificios administrativos, el wayfinding emocional será imprescindible.
Hablamos de diseñar recorridos que transmiten calma. Las señales deben acompañar sin añadir ruido. Elementos como los colores intuitivos o los mensajes breves y tranquilizadores reducen la sensación de descontrol y despiertan emociones positivas.
Para los hospitales, esta tendencia será especialmente relevante.

Pacientes, familiares y personal necesitan orientarse sin esfuerzo; en ocasiones, bajo presión emocional.
Un sistema emocionalmente inteligente no solo reduce estrés, sino que mejora la percepción del espacio y la calidad asistencial.

3. Wayfinding inclusivo: espacios verdaderamente accesibles para todos
Cada espacio debería poder recorrerse a la primera.
La accesibilidad ya no es una característica, es una forma de diseñar para que cualquier persona pueda entender, recorrer y disfrutar un lugar sin barreras.
Esto implica:
• Pictogramas universales.
• Contrastes cromáticos adecuados.
• Señales táctiles y lecturas accesibles.
• Rutas claras para personas con movilidad reducida.
• Lenguaje directo y comprensible.
Las empresas que incorporen este tipo de soluciones crearán lugares más amables e inclusivos, donde cualquier persona pueda recorrerlos con plena confianza.

4. Integración coherente en espacios históricos
Debemos conservar nuestro patrimonio histórico y cultural, y esa responsabilidad también transforma la manera en que se diseñan estos espacios en 2026.
Aquí, el wayfinding se enfrenta a uno de sus mayores retos: el respeto histórico y la contemporaneidad en un diálogo sensible con el patrimonio.
La señalización debe armonizar con la arquitectura original, no invadirla.
Eso implica materiales ligeros, soluciones discretas, soportes respetuosos y una estética que respete la memoria del lugar.
El Museo del Prado, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es uno de nuestros proyectos en edificios históricos donde los elementos de señalización se fusionan con siglos de cultura.

Una curiosidad: las letras corpóreas de la fachada del Museo del Prado parece que siempre estuvieron ahí. Aunque en realidad, es un elemento añadido desde hace tan solo un par de años.
5. Nuevos materiales para nuevas narrativas
Cada espacio cuenta una historia distinta. Y en los lugares más singulares, los materiales se convertirán en protagonistas del mensaje.
La tendencia apunta a:
• Metales ligeros y sostenibles.
• Acabados artesanales con alma contemporánea.
• Materiales técnicos para entornos sanitarios y deportivos.
• Calidad y diseño premium en señalización de emergencia.
• Paneles retroiluminados con texturas naturales o gráficas inmersivas.

6.- Planificación estratégica: transformar recorridos difíciles en decisiones fáciles
Más allá de la señalización, el wayfinding debe buscar la claridad mental, con un enfoque centrado en el usuario:
• Analizar flujos reales.
• Simplificar decisiones.
• Reducir bifurcaciones.
• Usar solo la información esencial.
• Diseñar pensando en cómo se sienten las personas al moverse.
En hospitales significa recorridos más eficientes.
En estadios, seguridad y orden en momentos críticos.
En hoteles, una experiencia acogedora y fluida.

El futuro de la señalización no está en la cantidad de señales, sino en las decisiones que facilitan.
En 2026, orientar significará acompañar.

