Una sala de conciertos Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
A principios del Siglo XX los industriales catalanes amantes de la música y del arte financiaron la construcción del Palau de la Música Catalana. El encargó recayó sobre el arquitecto Lluís Domènech i Montaner, se construyó a partir de 1905 y se inauguró en 1908.
La obra modernista es de gran originalidad, aportando el arquitecto ya en esa época soluciones muy innovadoras, creativas y tecnológicas.
En 1997 la Unesco incluyó el edificio en su catálogo de Patrimonio de la Humanidad. A finales de los años 80 se le encarga al equipo de Óscar Tusquets, Lluís Clotet y Carlos Díaz la ampliación del Palau, obteniendo por este proyecto el Premio FAD de Arquitectura, Reforma y Rehabilitación.